Con una trayectoria de más de 15 años como diseñadora gráfica e ilustradora, Lucía Astuy siempre ha compaginado su trabajo como freelance con sus proyectos personales. El fanzine y la pintura han sido sus principales vías de expresión artística dentro de un circuito alternativo y minoritario como es el de la autoedición.
Actualmente su trabajo se centra en la creación de obra plástica: pintura, escultura y grabado con el street art, lo kawaii y el cartoon retro como influencias más directas que se aprecian plasmadas en su trabajo a través del neoexpresionismo.
La defensa obstinada de la ternura, la diversión o la lealtad, conceptos que actualmente pueden resultar ingenuos, se convierten en reinvindicación a través de una fiesta en la que, mediante el animismo, se celebra la supervivencia contrapuesta en ocasiones a conceptos más oscuros como la soledad o la muerte.